Estrenada en la IX edición del festival Bouesía, en Vandellós
Specio es una instalación interactiva que reflexiona sobre el tiempo, el cuerpo y la mirada.
Specio significa “miro” en latín, una raíz sobre la que se formaron dos vocablos diferentes: speculum y specula. Speculum significó instrumento de mirada, espejo, mientras que specula se convirtió en atalaya, observatorio. De éste segundo derivó el verbo speculari, mirar desde arriba, desde un puesto elevado, del que procede nuestro actual especular.
La palabra specio contiene entonces dos miradas: la reflexiva y horizontal del espejo y la inquisitiva y vertical del vigía o del gigante. Sobre esta doble mirada la obra despliega el tiempo como un elemento que es manipulado por la relación del participante con su propia imagen, con su reflejo especular.
Specio se plantea como un juego en el que el movimiento de los participantes delante de una cámara atrasa el tiempo de su imagen. Un reloj real, intervenido con un segundero de hueso, es proyectado a ambos lados de la proyección, situando a los participantes entre dos temporalidades, la real y la procesada por el software. Cuanto más movimiento se produce, más retrocede temporalmente la imagen del participante y la del reloj procesado. La convivencia en la proyección de ambos relojes visibiliza el desdoblamiento temporal y permite cuantificar su desfase.
La instalación ha sido presentada en versión para exterior y para interior. Concebida originalmente para la plaza pública, la imagen de los participantes y el doble reloj se proyectan sobre una torre -lugar en el que suele alojarse un reloj comunitario-, o sobre un campanario -arquitectura sonora que también estructura el tiempo de la comunidad-. El doble reloj de Specio sustituye el tiempo unitario, global y medido de la comunidad, por uno desdoblado, individual y manipulado por los cuerpos de los asistentes.
Planteada en principio como un juego inocente y divertido, como una pequeña máquina del tiempo en la que manipulamos el tiempo de nuestra imagen, y con la que podemos intentar llevar un contador de 100 a 0, o recuperar y manipular la imagen de un participante anterior, la obra propone en paralelo otro estrato de lectura. Specio sugiere un hombre puesto entre paréntesis, entrecomillado y suspendido entre un tiempo abstracto e isócrono, y otro concreto y móvil, un hombre escindido entre una temporalidad global y otra individual. Specio invita a usar el movimiento –metafórico y real- como un modo de oponerse al paso del tiempo de mi imagen, y por tanto a la muerte –explicitada en el segundero de hueso-, y sugiere además una idea de hombre atrapado en un no-lugar temporal entre la instantaneidad de los Media y el tiempo real.
Specio means “to look” in latin. It’s a root that formed two different terms: speculum and specula. Speculum, masculine, with the instrumental suffix –culum which means instrument for looking at, mirror, and specula, feminine, became watchtower, vantage point. From this second term derived the verb speculari, “look at” from above. In war the speculator was a spy, the one who, looking from a high point of view, could see the enemy’s movements.
The word specio contains then two gazes: the reflective and horizontal from the mirror and the inquisitive and vertical from the lookout, or the giant. On this double glance the work unfolds the time dimension, an element that steals your own image in the mirror. The estrangement in the mirror vanishes the illusion of possessing or dominating the reflection.
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